Nos encanta que nuestros alumnos se terminen aficionando tanto al patinaje que hagan de ello mucho más que un deporte, llegando a ser una afición que compartir con amigos e incluso un estilo de vida.
Y es que cuando en tus viajes reservas un hueco de la maleta para los patines…un trocito de ti ya pertenece al patinaje.
Este es el caso de nuestro alumno y amigo Jose Antonio, que no solo ha reservado un hueco en la maleta para llevar los patines sino que… ¡ha buscado un viaje para principalmente PATINAR!
La experiencia parece que ha sido muy enriquecedora, así que hemos decidido pasarle el teclado y que nos cuente su aventura sobre ruedas por Budapest.
Os dejamos con él!
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Patinando en Budapest (Julio 2015) – Por Jose A. Sánchez
Bien, os cuento mi experiencia turística en esta bella ciudad; es la primera vez que voy a otro país de turismo con los patines, la idea parte de un grupo de patinadores de Madrid que organizan estos tipos de encuentros a los que se les podría denominar por ejemplo “PatínTurismo»; si bien es cierto que hay encuentros de este tipo entre distintas ciudades de España, son los primero que yo sepa que se atreven a trasladar dichos eventos al extranjero, creo que poco a poco se les van a unir más aficionados a este deporte como ha sido mi caso y el de mis amigos.
Cuando estás de turismo, pasear por los rincones de una ciudad es una experiencia maravillosa, pero si lo haces en patines la experiencia se convierte en sublime, ya que al disfrute de esta actividad hay que sumarle la sensación de libertad que te da, creo que los que lo practican saben de lo que estoy hablando. Budapest es una ciudad muy patinable, con numerosos carriles bicis que disponen hasta de semáforo propio.
Es una ciudad dividida en dos por el río Danubio, una parte se llama Buda, y la otra Pest, cada una con su encanto, su historia y su idiosincrasia. La primera vez que me asomé por una de las orillas y vi la cantidad de monumentos que hay en torno al río me quedé asombrado, se ve que ha tenido que ser una ciudad que ha tenido que tener un pasado histórico esplendoroso; si miras desde la mitad de un puente ambas orillas te da la sensación que ha tenido que haber una especie de competición entre ellas para ver quien construía los monumentos más espectaculares. Hungría ha sido un país desgraciadamente invadido tanto por los alemanes como por los rusos, y eso también puede observarse en la ciudad de Budapest para el que esté atento. Aparte de los monumentos, Budapest tiene muy bonitos parques, en los cuales la gente acude para estar tranquilos a la sombra de un árbol, es la primera vez que me quedo dormido en uno.
Y es que contrariamente a lo que se pueda pensar, Budapest es una ciudad por la que puedes caminar con tranquilidad por sus calles tanto de día como de noche, es seguro que habrá delincuencia como en todas las ciudades, pero yo personalmente no la he percibido.
Lo que si he visto son vagabundos, he de decir que como en otras ciudades desgraciadamente, un tema triste que debería de avergonzarnos a los seres humanos, y aquí tengo que contar una experiencia que tuve y que me ha enseñado mucho:
Ibamos patinando, y paramos en una plaza al lado de una catedral para refrescarnos, justo al lado de donde estábamos, se sentó a la sombra de un banco una indigente, lo que me llamó la atención fue su actitud ante la vida, normalmente si miras a los ojos de estas personas ves derrota, pérdida, desamparo por la sociedad y por la vida, ves que deben de sentirse invisibles ante los demás, etc. Pero esta mujer tenia una sonrisa serena en la cara (me recordó al cuadro de la Gioconda), cerró los ojos sonriendo como si estuviera meditando y los volvió abrir con la misma Paz, me parece increíble que una persona que está abandonada en la ciudad, que no sabe cuando comerá? donde dormirá? Que será de ella cuando llegue el frío? tenga ese porte y esa dignidad ante la vida! Toda una lección para un mundo tan materialista y estrecho de valores como en el que vivimos!
De la gente de Budapest, he de decir que me ha parecido muy agradable y educada, y aunque Budapest suele estar invadido de Turistas sobre todo los fines de semana, he de decir que he visto a la ciudad poco preparada para el turismo, el conocimiento de idiomas por parte de la población lo he visto deficiente, y a veces hemos tenido que pedir una cerveza (por cierto, muy buena) más bien con gestos. Pero si hay algo que me ha llamado poderosamente la atención de esta ciudad , es la iluminación que tiene por la noche, dan las nueve en punto (en verano) y de pronto todos sus puentes y monumentos se encienden a la vez dandole a la ciudad un embrujo especial.
Dio la casualidad que estando nosotros allí, hubo una competición de avionetas de Red Bull sobre el río Danubio, es un espectáculo que a veces he visto por tv, y que tuve la suerte de ver en primera persona en Budapest, pues bien otra anécdota; cruzando la carretera de uno de los puentes del río Danubio, me quede empanado cogido a una barandilla de la mediana, mirando las avionetas, una de las chicas del grupo (no daré nombres por aquí ) me dijo que me subiera a la acera, cosa que hice sin rechistar, no fue hasta la vuelta que al parar en el mismo sitio, pasó un tranvía (y no lento precisamente) justo por el sitio donde yo había estado parado sin darme cuenta del peligro que corría, esta chica debió de intuirlo y me avisó como ya he contado, no sé que hubiera ocurrido, pero de pasarlo bien a mal en unas vacaciones hay un estrecho margen, me hubiera gustado darle en persona las gracias, pero después de volver de la ruta ya no volví a verla, así que si por casualidad lee esta publicación, que sepas que te estoy muy agradecido por el gesto que tuviste!
Bien, también estoy muy agradecido al grupo de patinadores de Madrid, los cuales nos acogieron desde el primer momento, sois gente muy simpática y maja, no perdáis ese niño que llevamos dentro; y especialmente a la gente que he tenido la oportunidad de conocer y con quien compartir este viaje, espero volvamos a encontrarnos en otra ocasión.
NICE TO MEET YOU BUDAPEST!